MC Flurry

Hace un par de años, en pleno verano, enero, para ser exactos, con mucho calor caminé rápidamente a un Mc Donald's y pedí un helado, de la forma más ruda que pude: “Hey, tú mujer, dame un Mc Flurry con galletas, agitado, no revuelto”.



Ante esa petición llena de hombría y rudeza vikinga, la chica del mesón levanta su mirada y me mira de arriba abajo y esboza una leve sonrisa. No creo que haya sido mi cabello largo o mis lentes oscuros. Enseguida me di cuenta de que era mi ropa la que le hacía gracia y, peor aún, mi vestimenta acompañada de un vaso de Mc Flurry.

Luego, llegó su compañera de turno. Ambas me miraban y sonreían la una a la otra mientras observaban mi polera de Judas Priest, “British Steel” mientras me entregaban mi pedido a viva voz: “Su ¡MC FLURRY! está listo, señor”.

¬¬

Salí del local y tomé mi Mc Flurry sentado en mi moto… mentira, me quedé dentro del local, porque no iba a salir a “disfrutar” del calor del verano.

Sin embargo, ésta anécdota me sirvió para darme cuenta de que no volvería por un Mc Flurry, por lo menos a ese local (jajaja).

Comencemos a tratar de entender esto.

1. Un rockero no puede ir a un Mc Donald's a comprar un helado.
2. La rudeza no va en la vestimenta, ¿o sí?


Debate abierto.

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